El vidrio curvado recocido se obtiene a partir del calentamiento lento de un vidrio plano que, al alcanzar su punto de plasticidad, comienza a caer y se adapta en un molde hecho a medida.
Una vez conseguida la geometría deseada, empieza un proceso clave conocido como “recocido” o enfriamiento lento del vidrio, que determinará la calidad visual y estructural del producto final.