Es un proceso de pintado del vidrio realizado con pantalla o rodillo; en el que la pintura se funde con la masa vítrea y el color permanece inalterable. El vitrificado es posible a través de la acción del templado, la cual confiere adhesión entre vidrio-pintura.
El vitrificado puede ser uniforme, fondeando el vidrio total o parcialmente, mediante un proceso de pintado con rodillo automático; o empleando la pantalla de serigrafía conseguir decorados con dibujos. Todo esto permite dotar al vidrio de personalidad, con un pintado a la carta (RAL o Pantone) según diseño escogido por el cliente.
La pintura empleada en línea de vitrificado es pintura cerámica, la única que soporta las altas temperaturas del templado. De esa acción el vidrio y la pintura se funden, y como resultado surgen vidrios decorados en color con alta resistencia al paso del tiempo y a agresiones externas, abrasiones, choques térmicos e incidencia de rayos UVA.
Por sus características como vidrio templado y con color, el vitrificado puede aplicarse a cualquier elemento: ventanas de autobuses, ventanas y puentes de buques, ascensores, barandillas, escaleras mecánicas, marquesinas, lámparas, tapas de mesa, mobiliario de oficina, mobiliario de cocina, encimeras, mamparas de baño, forrado de fachadas, elementos de instalaciones comerciales, etc.